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En el Reino Unido, la producción económica se contrajo un 2,9% de forma secuencial en enero debido a una fuerte desaceleración en el sector de los servicios, según datos oficiales. En una encuesta de Reuters, los economistas habían pronosticado una contracción del 4,9%, probablemente como reflejo de las nuevas medidas de bloqueo instituidas a principios de año. Las exportaciones de productos del Reino Unido a la UE, excluyendo el oro y otros metales preciosos, cayeron un 40,7% con respecto al mes anterior. Las importaciones del Reino Unido procedentes de la UE cayeron un 28,8%.
En EE. UU., las acciones se movieron ampliamente al alza durante la semana, lo que elevó a la mayoría de los principales índices de referencia a nuevos récords. Los inversores parecieron seguir centrándose en la fluctuación de los rendimientos de los bonos a más largo plazo y en el descuento que conceden a los beneficios futuros, lo que provocó oscilaciones sustanciales en el índice compuesto Nasdaq, de orientación tecnológica. El índice Russell 2000, de pequeña capitalización, obtuvo mejores resultados y amplió su reciente liderazgo en el mercado, cerrando la semana con un alza de aproximadamente un 19% respecto a los precios en lo que va de año.
El jueves, China concluyó su reunión anual de la Asamblea Popular Nacional, la reunión política más destacada del país, en la que los legisladores establecen objetivos económicos y otras políticas económicas. Días después de dar a conocer el objetivo de crecimiento del PIB de China para 2021 por encima del 6%, el primer ministro Li Keqiang dijo que la previsión aún podía superarse y que «solo tenía por objeto ofrecer orientación para un mayor desarrollo». Los comentarios de Li sugieren que la meta oficial de crecimiento deja margen para la flexibilidad, ya que la economía china está en proceso de normalización.
