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El endeudamiento del Reino Unido arroja dudas sobre las perspectivas de reducción de impuestos preelectorales
Los analistas afirman que el endeudamiento del gobierno que supera las expectativas ha reducido la posibilidad de reducir los impuestos antes de las próximas elecciones.
La Oficina de Estadísticas Nacionales reveló que los préstamos del gobierno, que representan la diferencia entre el gasto y los ingresos tributarios, ascendieron a 120 700 millones de libras esterlinas en el año fiscal que finalizó en marzo.
Si bien fue inferior a la del año anterior, superó la previsión del gobierno en 6 600 millones de libras esterlinas.
A pesar de las especulaciones sobre nuevas reducciones de impuestos, como el recorte del Seguro Nacional de marzo, el endeudamiento inesperado y la posibilidad de que el gobierno pague mayores intereses debido a una disminución de las tasas de interés más lenta de lo previsto podrían impedir que el gobierno cumpliera con las restricciones de gasto que se autoimpuso.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) había previsto que los préstamos para el año ascenderían a 114.100 millones de libras esterlinas. La celebración de elecciones generales es obligatoria antes de que finalice enero de 2025, por lo que se prevé que el gobierno se esfuerce por aplicar reducciones de impuestos a finales de este año para influir en los votantes.
La reciente reducción del Seguro Nacional de 2 peniques por libra durante el presupuesto de primavera, tras una reducción similar anunciada en la declaración de otoño del año pasado, es indicativa de esta tendencia.
La OBR estimó que cada reducción le costaría al gobierno casi 10 000 millones de libras esterlinas. Es importante tener en cuenta que estas cifras representan las estimaciones iniciales de las finanzas del sector público durante el último año fiscal, y se prevén revisiones en los próximos meses.
Solo en marzo, los préstamos ascendieron a 11 900 millones de libras esterlinas, cifra que, aunque 4 700 millones de libras menos que el año anterior, superó las expectativas de los analistas.
La deuda total, que representa el importe acumulado adeudado por el gobierno a lo largo de los años, se situaba en 2,7 billones de libras esterlinas a finales de marzo. Según la ONS, esto equivale al 98,3% del PIB del Reino Unido, manteniéndose en los niveles observados por última vez a principios de la década de 1960.
El gobierno de Japón mantiene la opinión de que la economía se está recuperando moderadamente
Por segundo mes consecutivo, Japón reiteró el martes que la economía está experimentando una recuperación moderada, a pesar de las señales de una posible desaceleración.
Esta reafirmación subraya la preocupación por la fragilidad del consumo privado, que constituye más de la mitad de la economía y es un factor fundamental para el crecimiento general.
El informe económico mensual publicado por la Oficina del Gabinete siguió una serie de indicadores económicos moderados, lo que indica que cualquier cambio respecto del bajo crecimiento registrado a finales del año pasado probablemente sería gradual, dado el impulso limitado de la demanda externa e interna.
Si bien el informe mantuvo sin cambios su evaluación general, incluidos todos los componentes, señaló una tendencia positiva en las perspectivas empresariales sobre las condiciones comerciales. Sin embargo, esta mejora se ve atenuada por las interrupciones causadas por la suspensión de la producción y los envíos por parte de algunos fabricantes de automóviles.
En lugar de considerar la pausa temporal de las actividades de las fábricas como la principal preocupación, los analistas apuntan a la persistente debilidad del consumo privado, que plantea desafíos para el Banco de Japón.
El mes pasado, el banco central suspendió las tasas de interés negativas en previsión de un ciclo de aumentos salariales e inflación sostenida.
Previsto para mantener su postura actual, el banco central finalizará su revisión de política de dos días antes del viernes, durante la cual proporcionará previsiones actualizadas del PIB y la inflación y, al mismo tiempo, evaluará las ramificaciones de un yen más débil.
Los analistas sugieren que los responsables políticos japoneses podrían estar a punto de intervenir en el mercado de divisas para apoyar al yen.
Una mayor depreciación del yen podría poner a prueba a los hogares al elevar los costos de importación. El martes, el yen cotizaba dentro del rango superior de 154 a 155 por dólar, un nivel que no se había registrado desde la era de la burbuja de la década de 1990.
El FMI mejora la previsión para 2024
El FMI revisó su pronóstico de crecimiento económico mundial para este año al 3,2 por ciento, 0,1 puntos porcentuales más que su proyección de enero, según su informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) publicado recientemente.
Si bien el informe indica una reducción de las cicatrices económicas causadas por las crisis de los últimos cuatro años, el FMI destacó que los países en desarrollo de bajo ingreso podrían enfrentarse a desafíos más importantes. Muchos siguen lidiando con las secuelas de la pandemia y la crisis del costo de la vida, y es necesario tomar medidas decisivas para abordarlas.
Sin embargo, el informe WEO también presenta una perspectiva aleccionadora para el crecimiento mundial en los próximos cinco años, estimándolo en un 3,1 por ciento, el más bajo en décadas.
El FMI prevé una disminución de la inflación general mundial, de un promedio anual del 6,8 por ciento en 2023 al 5,9 por ciento en 2024 y, a continuación, al 4,5 por ciento en 2025. Se espera que las economías avanzadas regresen a sus metas de inflación antes que las economías de los mercados emergentes y en desarrollo.
El FMI señaló los recientes aumentos en los precios del petróleo, atribuidos en parte a las tensiones geopolíticas, y destacó la persistente alta inflación de los servicios.
El informe describió varios riesgos a la baja, incluidos los posibles picos de precios derivados de las tensiones geopolíticas, como las derivadas de la crisis de Ucrania y el conflicto entre Gaza e Israel. Estos factores, junto con la inflación subyacente en curso y la rigidez de los mercados laborales, podrían provocar un aumento de las expectativas sobre los tipos de interés y una reducción de los precios de los activos.
Además, el informe advertía de una divergencia en las velocidades de desinflación entre las principales economías, lo que podría provocar fluctuaciones monetarias y ejercer presión sobre los sectores financieros.
Los tipos de interés altos también pueden tener efectos de enfriamiento más significativos de lo previsto, especialmente a medida que las hipotecas con tasa fija se restablecen y los hogares se enfrentan a niveles de deuda elevados, lo que podría provocar tensiones financieras.