En Nuestra sección Perspectivas del mercado, Prosperity Investment Management examina las últimas novedades en los principales mercados financieros del mundo y le proporciona toda la información más reciente que necesita saber.
El Reino Unido sufrirá el crecimiento más lento de todos los países ricos el año que viene, afirma la OCDE
Las perspectivas económicas del Reino Unido parecen desafiantes, con proyecciones de un crecimiento lento para 2024 y 2025, según la OCDE.
La organización prevé un crecimiento del PIB del 0,4% en 2024, inferior al de muchas otras economías avanzadas, lo que atribuye a los efectos persistentes de los altos tipos de interés y la inflación.
Por el contrario, se espera que Norteamérica, especialmente EE. UU., lidere el crecimiento entre las naciones avanzadas, con un crecimiento previsto del PIB del 2,6% en 2024. También se espera que Europa experimente un repunte del crecimiento tras un flojo período de 2024.
La evaluación de la OCDE apunta a señales de fortaleza en ciertas economías emergentes, como China, donde las proyecciones de crecimiento se han revisado ligeramente al alza debido a la mejora del desempeño.
En términos de inflación, la OCDE prevé una disminución de la inflación general entre sus países miembros, con una caída prevista del 6,9% en 2023 al 5% en 2024, y una nueva disminución hasta el 3,4% en 2025, acercándose al objetivo de alrededor del 2% en la mayoría de las principales economías.
En general, si bien persisten los desafíos, hay indicios de una recuperación económica mundial gradual, y los esfuerzos de los bancos centrales por gestionar la inflación muestran cierta eficacia.
La inflación de la eurozona se mantiene estable en el 2,4%, lo que mantiene el recorte de tipos de junio a medida que la economía vuelve a crecer
En abril, las subidas de precios en la zona del euro se mantuvieron estables en el 2,4%, según los datos preliminares publicados la semana pasada.
Esta cifra se alinea con las expectativas de los economistas, ya que la inflación se mantiene estable en el 0,6% mensual. A pesar de un leve repunte en diciembre atribuido a los costos de la energía, este es el séptimo mes consecutivo con una inflación general inferior al 3%.
La inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como la energía y los alimentos, experimentó un ligero descenso hasta el 2,7% desde el 2,9% registrado en marzo, debido principalmente a la caída de los precios de la energía.
Cabe destacar que los servicios, un indicador crucial para el Banco Central Europeo (BCE), experimentaron un enfriamiento en los aumentos de precios hasta el 3,7% desde el 4%.
En términos de actividad económica, el producto interno bruto (PIB) creció un 0,3% en el primer trimestre del año, superando ligeramente las expectativas de los economistas. Sin embargo, se produjo una revisión del PIB para el cuarto trimestre de 2023, pasando de un crecimiento nulo a una contracción del 0,1%, lo que indica que la zona del euro se enfrentó a una recesión técnica en la segunda mitad del año anterior.
Con las crecientes expectativas del mercado, se espera que el BCE inicie recortes de los tipos de interés en su próxima reunión de política monetaria del 6 de junio.
Los precios actuales del mercado monetario sugieren una probabilidad de casi el 70% de una reducción de los tipos en junio, con expectativas aún más altas de recortes en julio o septiembre.
Varios miembros del BCE expresaron su expectativa de un recorte de tipos en junio, citando la necesidad de evitar una desaceleración significativa de la economía de la eurozona y destacando los riesgos que representan los precios del petróleo y la volatilidad de Oriente Medio.
Estados Unidos advierte que las tasas se mantendrán altas mientras continúa luchando contra la inflación
La Reserva Federal de los Estados Unidos ha optado una vez más por mantener las tasas de interés en sus niveles actuales, alegando la falta de nuevos avances en la lucha contra las presiones inflacionarias.
Esta decisión mantiene la tasa clave de la Fed estable dentro del rango del 5,25% al 5,5%, donde se ha mantenido desde julio del año anterior.
Al mantener elevados los costos de los préstamos, la Reserva Federal busca moderar la actividad económica y mitigar las fuerzas que contribuyen a los aumentos de precios. Sin embargo, dado que la inflación ha demostrado ser más persistente de lo previsto, el banco central se enfrenta a la incertidumbre con respecto a sus próximos pasos.
Los analistas que habían anticipado recortes de tipos a principios de año han tenido que revisar sus previsiones, y algunos incluso han considerado la posibilidad de una subida de tipos. El presidente de la Fed, Jerome Powell, en una conferencia de prensa posterior al anuncio, expresó su escepticismo sobre la probabilidad de un aumento de los tipos, e hizo hincapié en el deseo de la Fed de tener más garantías de que las presiones inflacionistas están disminuyendo antes de considerar una reducción.
En los Estados Unidos, los precios al consumidor aumentaron un 3,5% en los 12 meses anteriores a marzo, aunque esta cifra ha disminuido significativamente desde la tasa del 9,1% observada en junio de 2022. A pesar de este descenso, la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal y ha mostrado una ligera tendencia al alza en los últimos meses.
En su declaración, la Fed destacó el desafío continuo de hacer que la inflación vuelva a su objetivo, y reconoció la falta de avances significativos en este sentido.
El banco central ha mantenido las tasas de interés en sus niveles actuales desde julio del año anterior, tras una serie de subidas agresivas de las tasas desde niveles cercanos a cero en marzo de 2022. Estas tasas de interés más altas se traducen en un aumento de los costos de las hipotecas, los préstamos para automóviles, los préstamos empresariales y otras formas de deuda tanto para los consumidores como para las empresas.
La Fed también reveló sus planes previamente discutidos para reducir el ritmo de reducción de sus tenencias de bonos del Tesoro de los Estados Unidos, que se acumularon como parte de los esfuerzos de estímulo para apoyar la economía durante el inicio de la pandemia en 2020. El proceso de revocación de estas medidas de estímulo comenzó dos años después.